A medida que avanzamos, la Fundación Daniola se sitúa a la vanguardia, forjando un futuro en el que los minerales de transición alimenten la innovación y las comunidades prosperen en un entorno comprometido con la salud y la seguridad públicas. Nuestra fundación trasciende la responsabilidad social tradicional, impulsada por una pasión compartida por afrontar los retos con creatividad y determinación, creando un futuro en el que el progreso sostenible sea una misión colectiva.
Imaginamos un futuro impulsado por las energías renovables, impulsando la innovación y creando oportunidades para que los menos privilegiados prosperen, fomentando una comunidad mundial armoniosa y resistente.
Liderar soluciones sostenibles futuristas, capacitar a las comunidades desfavorecidas y fomentar la salud y la seguridad públicas.
Pioneros en tecnologías avanzadas de extracción, tratamiento y reciclado de minerales de transición para garantizar la sostenibilidad y la eficiencia.
Asociarse con líderes del sector para promover prácticas de abastecimiento responsables y éticas, minimizando el impacto medioambiental y respetando a las comunidades locales.
Desarrollo de nuevas aplicaciones e integraciones de minerales de transición en soluciones punteras de energías renovables.
Trabajar con organizaciones internacionales para establecer normas y políticas que apoyen prácticas sostenibles en el sector de los minerales en transición.
Ofrecer iniciativas educativas centradas en la importancia y el uso sostenible de los minerales de transición, y el papel que desempeñan en el sector de las energías renovables.
Facilitar subvenciones, microcréditos y asociaciones para fomentar iniciativas innovadoras en las comunidades locales, adaptadas a sus necesidades cambiantes.
Nuestros objetivos son:
Impulsar la innovación: Impulsar la tecnología y las aplicaciones de los minerales de transición en las energías renovables.
Adopción generalizada: Fomento del uso mundial de soluciones energéticas limpias avanzadas impulsadas por minerales de transición.
Resiliencia comunitaria: Aumentar la resiliencia mediante la educación y el apoyo financiero, empoderando a las comunidades locales.
Prácticas sostenibles: Influir en las políticas y establecer normas que garanticen el uso ético y sostenible de los minerales de transición.